A un a&ntilde;o de la resoluci&oacute;n general conjunta 5271/22, que marc&oacute; el nacimiento del Sistema de Importaciones de la Rep&uacute;blica Argentina (SIRA), el complejo esquema de autorizaciones para traer insumos del exterior, la realidad muestra que acceder al d&oacute;lar oficial -en tiempo y forma- es pr&aacute;cticamente imposible. Como su antecesor SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), el objetivo del SIRA era recolectar informaci&oacute;n de manera anticipada, analizar los vol&uacute;menes importados, mantener la trazabilidad y, de tal manera, planificar mejor el uso de las divisas. Lo cierto es que la situaci&oacute;n para la industria y la producci&oacute;n es dram&aacute;tica, porque la imprevisibilidad domina la escena y la confianza en los empresarios argentinos cede a niveles m&iacute;nimos en el exterior por la deuda comercial acumulada y la extensi&oacute;n de m&aacute;s de 180 d&iacute;as en los plazos de pago. Una muestra privada arroja que s&oacute;lo 4% de las empresas logran pagar en lo que se conoce como &quot;plazo cero&quot; en las SIRA aprobadas, mientras que el 90% de las empresas sufrieron en los &uacute;ltimos 30 d&iacute;as cambios en las fechas asignadas para acceder al Mercado &Uacute;nico y Libre de Cambios (MULC); es decir, atrasos de al menos un mes. El nivel global de aprobaciones de las SIRA se ubica en torno a un 70%. Pero si se descuentan las anuladas, el porcentaje asciende al 88%. SIRA: un sistema que deja a las empresas sin d&oacute;lares para importar&quot;Los datos son irrelevantes porque la mayor problem&aacute;tica est&aacute; en el pago&quot;, indic&oacute; Eduardo Rotbard, CEO de IntegraComex durante el webinar &quot;3 voces en Comex&quot;, en referencia a que de poco sirve contar con una SIRA aprobada si luego no hay certeza alguna de la fecha aprobada para comprar los d&oacute;lares. La aleatoriedad se consagr&oacute; como la principal caracter&iacute;stica del sistema: por ejemplo, los lunes son hist&oacute;ricamente los d&iacute;as de mayor aprobaci&oacute;n, y mayo &uacute;ltimo fue el mes r&eacute;cord en convalidaci&oacute;n de permisos. Luego, de una semana a otra la variaci&oacute;n es la norma: en la &uacute;ltima semana, la aprobaci&oacute;n de SIRA de bienes de consumo creci&oacute; un 4% y las de bienes de capital un 2%, pero baj&oacute; la de bienes intermedios un 2% al tiempo que la aprobaci&oacute;n de SIRA para autom&oacute;viles pas&oacute; de un 7% de aprobaci&oacute;n a &quot;cero&quot; en los &uacute;ltimos 15 d&iacute;as. Mientras el mercado reconoce que es pr&aacute;cticamente &quot;nula&quot; la aprobaci&oacute;n de las SIRASE (la variante que refiere a la importaci&oacute;n de servicios, como los fletes internacionales), la aprobaci&oacute;n de SIRA en funci&oacute;n de la disponibilidad de divisas para importar tampoco sigue un par&aacute;metro: en la &uacute;ltima semana aument&oacute; de 9 a 13 por ciento la autorizaci&oacute;n para giros con &quot;divisas propias&quot; de los importadores, y baj&oacute; a &quot;cero&quot; la variante que emplea el &quot;giro de terceros&quot;. La opci&oacute;n de pago con divisas en el exterior tambi&eacute;n descendi&oacute; de 14 a 9 por ciento. La pesada carga de la deuda comercial &quot;A un a&ntilde;o de la aparici&oacute;n del SIRA, luego las SIRASES, la instrumentaci&oacute;n de la CCUCE (cuenta corriente &uacute;nica del comercio exterior), el CEF (que mide la capacidad econ&oacute;mica financiera de las empresas) y el impuesto PAIS para acceder al MULC, el dato m&aacute;s importante para el sector privado es la deuda por 43.000 millones de d&oacute;lares que se mantiene con proveedores del exterior, de acuerdo con datos del Banco Central, y de unos 10.000 millones de d&oacute;lares en servicios. Esto duplica la deuda comercial promedio que siempre tuvo la Argentina y supera el monto de lo que se le debe al Fondo Monetario Internacional&quot;, explic&oacute; Yanina Lojo, experta en comercio exterior y titular de Consultora Lojo, durante el webinar. El monto de la deuda privada comercial como el principal problema de las empresas argentinas -la dificultad para pagar- antes ilustrado fue confirmado por la C&aacute;mara de Importadores de la Rep&uacute;blica Argentina (CIRA). &quot;El problema de pagos es mayor a la situaci&oacute;n de aprobaci&oacute;n de SIRAS o SIRASES&quot;, indic&oacute; Fernando Furci, gerente de la CIRA, tras explicar que las empresas suelen sufrir hasta dos veces el &quot;reperfilamiento&quot; de los plazos, lo que genera inconvenientes con los exportadores de origen. &quot;Para poder importar, hoy es clave la relaci&oacute;n con los proveedores en origen. Muchas veces son Pymes, que no tienen espaldas para financiar a sus clientes argentinos, por lo que recurren a organismos de cr&eacute;dito o de promoci&oacute;n de exportaciones. Pero, cuando los plazos no se cumplen, deben denunciar el incumplimiento del empresario argentino. Y esto afecta a futuro la posibilidad de importar, porque los plazos se extienden y se arrastra la deuda&quot;, explic&oacute; Furci. Por otra parte, Fernando Landa, presidente de la C&aacute;mara de Exportadores de la Rep&uacute;blica Argentina (CERA) indic&oacute; tras una consulta de iProfesional que &quot;ni el CEF ni las SIRAS son mecanismos consistentes con nuestros compromisos con la OMC, y as&iacute; lo planteamos oportunamente&quot;. &quot;Las exportaciones argentinas tendr&aacute;n este a&ntilde;o 2 fuertes afectaciones, una ex&oacute;gena, como la sequ&iacute;a -que como m&iacute;nimo implica unos u$s17.000 millones menos de exportaciones- y otra, que implica una enorme p&eacute;rdida en la participaci&oacute;n del comercio internacional que tiene que ver con la multiplicidad de restricciones (CEF, SIRAS, SIRASES) que se suman a la presi&oacute;n impositiva, agregan incertidumbre y que puede estimarse entre 12.000 y 14.000 millones de d&oacute;lares menos de exportaciones&quot;, explic&oacute; el directivo. Las empresas, ante una pesadilla burocr&aacute;tica para importar Lojo advirti&oacute; que en este peregrinar de los empresarios los escollos administrativos son pr&aacute;cticamente diarios, como la &uacute;ltima normativa conjunta que obliga a contar con la autorizaci&oacute;n de &quot;reglamentos t&eacute;cnicos&quot; (intervenciones previas) antes de oficializar una SIRA. Adem&aacute;s, &quot;en los &uacute;ltimos 10 d&iacute;as, los errores en la CCUCE se multiplicaron. Los bancos ten&iacute;an problemas para validar y no se pudo girar, incluso con casos de corrimientos de fechas (de acceso al MULC). Fue com&uacute;n ver casos en que posdataron accesos para fines de septiembre y principios de octubre y los pasaron a noviembre y diciembre&quot;, a&ntilde;adi&oacute; Lojo. Esos errores tienen nombre y son un &quot;terror inform&aacute;tico&quot;: el F24, un bloqueo que advierte sobre la falta de saldo disponible para operar de acuerdo con el CEF; el CEF de 1 $, que marca la imposibilidad de operar por saldo insuficiente; el error 46, que refiere a que la operaci&oacute;n no pudo ser validada, y el error 47, que advierte que el documento de origen no pudo ser validado. Estos errores obligan a &quot;llamar a Sistemas&quot; que, en este caso, implica &nbsp;iniciar un periplo digital que arranca presentando un Multinota Electr&oacute;nica Aduanera (MUELA) a trav&eacute;s del Sistema Inform&aacute;tico de Tr&aacute;mites Aduaneros (SITA). &quot;Es la &uacute;nica manera de reclamo&quot;, dijo Lojo, tras agregar que &quot;en algunos casos se resuelve el inconveniente, pero no en la mayor&iacute;a: hay que entrar permanentemente para ver si avanza el tr&aacute;mite y cambia de estado&quot;. La maquinaria del cepo es kafkiana: la nota de reclamo se hace a la AFIP, que luego la env&iacute;a a la direcci&oacute;n de T&eacute;cnica, pero el levantamiento del error depende de Comercio. &quot;No hay aviso, es a prueba y error para ver si se corrigi&oacute;, si se rechaz&oacute;, y si hay que volver a presentar el reclamo&quot;, explic&oacute; la analista. Respecto del CEF y el error F24, los exportadores pasaron a sufrir las consecuencias del cepo en carne propia: hay muchos casos de empresas que, habiendo cumplido con la liquidaci&oacute;n de divisas e incluso cobrado los reintegros a la exportaci&oacute;n, el sistema les marca &quot;incumplimiento&quot; a la hora de tramitar una SIRA o al consultar el CEF. Las empresas deben llenar un formulario ante el banco para realizar el reclamo, cotejando las inconsistencias que le arroja el sistema con los cumplimientos realizados ante el Banco Central. Y luego deben sentarse a esperar. Fuente:&nbsp;<a data-fr-linked="true" href="https://www.iprofesional.com/comex/391012-cepo-a-importaciones-sin-dolares-empresas-viven-una-pesadilla" id="isPasted">https://www.iprofesional.com/comex/391012-cepo-a-importaciones-sin-dolares-empresas-viven-una-pesadilla</a>

Cepo a las importaciones: las empresas, sin dólares para pagar a proveedores y obligadas a vivir pesadilla burocrática

A un a&ntilde;o de la resoluci&oacute;n general conjunta 5271/22, que marc&oacute; el nacimiento del Sistema de Importaciones de la Rep&uacute;blica Argentina (SIRA), el complejo esquema de autorizaciones para traer insumos del exterior, la realidad muestra que acceder al d&oacute;lar oficial -en tiempo y forma- es pr&aacute;cticamente imposible.Como su antecesor SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), el objetivo del SIRA era recolectar informaci&oacute;n de manera anticipada, analizar los vol&uacute;menes importados, mantener la trazabilidad y, de tal manera, planificar mejor el uso de las divisas.Lo cierto es que la situaci&oacute;n para la industria y la producci&oacute;n es dram&aacute;tica, porque la imprevisibilidad domina la escena y la confianza en los empresarios argentinos cede a niveles m&iacute;nimos en el exterior por la deuda comercial acumulada y la extensi&oacute;n de m&aacute;s de 180 d&iacute;as en los plazos de pago.Una muestra privada arroja que s&oacute;lo 4% de las empresas logran pagar en lo que se conoce como &quot;plazo cero&quot; en las SIRA aprobadas, mientras que el 90% de las empresas sufrieron en los &uacute;ltimos 30 d&iacute;as cambios en las fechas asignadas para acceder al Mercado &Uacute;nico y Libre de Cambios (MULC); es decir, atrasos de al menos un mes.El nivel global de aprobaciones de las SIRA se ubica en torno a un 70%. Pero si se descuentan las anuladas, el porcentaje asciende al 88%.SIRA: un sistema que deja a las empresas sin d&oacute;lares para importar&quot;Los datos son irrelevantes porque la mayor problem&aacute;tica est&aacute; en el pago&quot;, indic&oacute; Eduardo Rotbard, CEO de IntegraComex durante el webinar &quot;3 voces en Comex&quot;, en referencia a que de poco sirve contar con una SIRA aprobada si luego no hay certeza alguna de la fecha aprobada para comprar los d&oacute;lares.La aleatoriedad se consagr&oacute; como la principal caracter&iacute;stica del sistema: por ejemplo, los lunes son hist&oacute;ricamente los d&iacute;as de mayor aprobaci&oacute;n, y mayo &uacute;ltimo fue el mes r&eacute;cord en convalidaci&oacute;n de permisos. Luego, de una semana a otra la variaci&oacute;n es la norma: en la &uacute;ltima semana, la aprobaci&oacute;n de SIRA de bienes de consumo creci&oacute; un 4% y las de bienes de capital un 2%, pero baj&oacute; la de bienes intermedios un 2% al tiempo que la aprobaci&oacute;n de SIRA para autom&oacute;viles pas&oacute; de un 7% de aprobaci&oacute;n a &quot;cero&quot; en los &uacute;ltimos 15 d&iacute;as.Mientras el mercado reconoce que es pr&aacute;cticamente &quot;nula&quot; la aprobaci&oacute;n de las SIRASE (la variante que refiere a la importaci&oacute;n de servicios, como los fletes internacionales), la aprobaci&oacute;n de SIRA en funci&oacute;n de la disponibilidad de divisas para importar tampoco sigue un par&aacute;metro: en la &uacute;ltima semana aument&oacute; de 9 a 13 por ciento la autorizaci&oacute;n para giros con &quot;divisas propias&quot; de los importadores, y baj&oacute; a &quot;cero&quot; la variante que emplea el &quot;giro de terceros&quot;. La opci&oacute;n de pago con divisas en el exterior tambi&eacute;n descendi&oacute; de 14 a 9 por ciento.La pesada carga de la deuda comercial&quot;A un a&ntilde;o de la aparici&oacute;n del SIRA, luego las SIRASES, la instrumentaci&oacute;n de la CCUCE (cuenta corriente &uacute;nica del comercio exterior), el CEF (que mide la capacidad econ&oacute;mica financiera de las empresas) y el impuesto PAIS para acceder al MULC, el dato m&aacute;s importante para el sector privado es la deuda por 43.000 millones de d&oacute;lares que se mantiene con proveedores del exterior, de acuerdo con datos del Banco Central, y de unos 10.000 millones de d&oacute;lares en servicios. Esto duplica la deuda comercial promedio que siempre tuvo la Argentina y supera el monto de lo que se le debe al Fondo Monetario Internacional&quot;, explic&oacute; Yanina Lojo, experta en comercio exterior y titular de Consultora Lojo, durante el webinar.El monto de la deuda privada comercial como el principal problema de las empresas argentinas -la dificultad para pagar- antes ilustrado fue confirmado por la C&aacute;mara de Importadores de la Rep&uacute;blica Argentina (CIRA).&quot;El problema de pagos es mayor a la situaci&oacute;n de aprobaci&oacute;n de SIRAS o SIRASES&quot;, indic&oacute; Fernando Furci, gerente de la CIRA, tras explicar que las empresas suelen sufrir hasta dos veces el &quot;reperfilamiento&quot; de los plazos, lo que genera inconvenientes con los exportadores de origen.&quot;Para poder importar, hoy es clave la relaci&oacute;n con los proveedores en origen. Muchas veces son Pymes, que no tienen espaldas para financiar a sus clientes argentinos, por lo que recurren a organismos de cr&eacute;dito o de promoci&oacute;n de exportaciones. Pero, cuando los plazos no se cumplen, deben denunciar el incumplimiento del empresario argentino. Y esto afecta a futuro la posibilidad de importar, porque los plazos se extienden y se arrastra la deuda&quot;, explic&oacute; Furci.Por otra parte, Fernando Landa, presidente de la C&aacute;mara de Exportadores de la Rep&uacute;blica Argentina (CERA) indic&oacute; tras una consulta de iProfesional que &quot;ni el CEF ni las SIRAS son mecanismos consistentes con nuestros compromisos con la OMC, y as&iacute; lo planteamos oportunamente&quot;.&quot;Las exportaciones argentinas tendr&aacute;n este a&ntilde;o 2 fuertes afectaciones, una ex&oacute;gena, como la sequ&iacute;a -que como m&iacute;nimo implica unos u$s17.000 millones menos de exportaciones- y otra, que implica una enorme p&eacute;rdida en la participaci&oacute;n del comercio internacional que tiene que ver con la multiplicidad de restricciones (CEF, SIRAS, SIRASES) que se suman a la presi&oacute;n impositiva, agregan incertidumbre y que puede estimarse entre 12.000 y 14.000 millones de d&oacute;lares menos de exportaciones&quot;, explic&oacute; el directivo.Las empresas, ante una pesadilla burocr&aacute;tica para importarLojo advirti&oacute; que en este peregrinar de los empresarios los escollos administrativos son pr&aacute;cticamente diarios, como la &uacute;ltima normativa conjunta que obliga a contar con la autorizaci&oacute;n de &quot;reglamentos t&eacute;cnicos&quot; (intervenciones previas) antes de oficializar una SIRA.Adem&aacute;s, &quot;en los &uacute;ltimos 10 d&iacute;as, los errores en la CCUCE se multiplicaron. Los bancos ten&iacute;an problemas para validar y no se pudo girar, incluso con casos de corrimientos de fechas (de acceso al MULC). Fue com&uacute;n ver casos en que posdataron accesos para fines de septiembre y principios de octubre y los pasaron a noviembre y diciembre&quot;, a&ntilde;adi&oacute; Lojo.Esos errores tienen nombre y son un &quot;terror inform&aacute;tico&quot;: el F24, un bloqueo que advierte sobre la falta de saldo disponible para operar de acuerdo con el CEF; el CEF de 1 $, que marca la imposibilidad de operar por saldo insuficiente; el error 46, que refiere a que la operaci&oacute;n no pudo ser validada, y el error 47, que advierte que el documento de origen no pudo ser validado.Estos errores obligan a &quot;llamar a Sistemas&quot; que, en este caso, implica  iniciar un periplo digital que arranca presentando un Multinota Electr&oacute;nica Aduanera (MUELA) a trav&eacute;s del Sistema Inform&aacute;tico de Tr&aacute;mites Aduaneros (SITA). &quot;Es la &uacute;nica manera de reclamo&quot;, dijo Lojo, tras agregar que &quot;en algunos casos se resuelve el inconveniente, pero no en la mayor&iacute;a: hay que entrar permanentemente para ver si avanza el tr&aacute;mite y cambia de estado&quot;.La maquinaria del cepo es kafkiana: la nota de reclamo se hace a la AFIP, que luego la env&iacute;a a la direcci&oacute;n de T&eacute;cnica, pero el levantamiento del error depende de Comercio. &quot;No hay aviso, es a prueba y error para ver si se corrigi&oacute;, si se rechaz&oacute;, y si hay que volver a presentar el reclamo&quot;, explic&oacute; la analista.Respecto del CEF y el error F24, los exportadores pasaron a sufrir las consecuencias del cepo en carne propia: hay muchos casos de empresas que, habiendo cumplido con la liquidaci&oacute;n de divisas e incluso cobrado los reintegros a la exportaci&oacute;n, el sistema les marca &quot;incumplimiento&quot; a la hora de tramitar una SIRA o al consultar el CEF.Las empresas deben llenar un formulario ante el banco para realizar el reclamo, cotejando las inconsistencias que le arroja el sistema con los cumplimientos realizados ante el Banco Central. Y luego deben sentarse a esperar.Fuente: https://www.iprofesional.com/comex/391012-cepo-a-importaciones-sin-dolares-empresas-viven-una-pesadilla

Cepo a las importaciones: las empresas, sin dólares para pagar a proveedores y obligadas a vivir pesadilla burocrática

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